La historia AGAIN
Somos dos mujeres independientes que, unidas por el amor al cashmere, encontramos en esta fibra natural la forma perfecta de dar vida a nuestros sueños.
Lucía, escritora de espíritu libre, mente creativa y alegría contagiosa; Rosario, psicóloga de formación, organizada y decidida, movida por la acción. Aunque nuestros carácteres sean diferentes, hay algo que siempre nos ha unido: la fuerza de nuestras raíces.
La conexión con nuestras familias es el pilar que ha guiado cada paso que damos, siempre presentes en los momentos de mayor aprendizaje, con esa sabiduría que solo la vida puede otorgar. Nos detenemos a valorar los pequeños momentos, aquellos que, como nuestras abuelas nos enseñaron, nos conectan con lo que verdaderamente importa.
AGAIN Cashmere es más que una marca, es la materialización de una historia de amistad, pasión y compromiso con la autenticidad...
Nuestras cabezas empezaron a ponerse en marcha y en 2015 unimos nuestros talentos y, juntas, reimaginamos lo que podía ser un proyecto nacido de la pasión y lo transformamos en una MARCA CON PROPÓSITO.
Decidimos emprender un viaje que cambiaría nuestras
vidas para siempre. Este viaje nos llevó a Mongolia Interior, un lugar donde los paisajes parecen sacados de un sueño. Enormes estepas, montañas imponentes y cielos infinitos salpicados de estrellas, enmarcaban un escenario que parecía diseñado para inspirar.
En medio de esta vastedad, nos encontramos con las cabritas de cashmere. Pequeñas criaturas que, con su pelaje suave y aterciopelado, parecían portar la esencia de aquel lugar tan místico. El cashmere, una fibra que combina ligereza, calidez y sostenibilidad. Encarnaba la perfección natural que estábamos buscando... Parecía que la estrellas se habían alienado para enseñarnos un camino mágico que empezaba en ese momento.
Nos dimos cuenta de que habíamos heredado más que prendas de aquellas imágenes: habíamos heredado un legado. Así, en 2015, nació AGAIN Cashmere. Un proyecto que une nuestras pasiones con un propósito claro: traer al presente la esencia de lo eterno.
Nuestro viaje nos llevó a Mongolia Interior, donde los cielos infinitos y los paisajes de ensueño se convirtieron en el escenario perfecto para crear prendas que, como nuestras raíces, perduren en el tiempo. Porque nuestro horizonte no es solo un destino; es el encuentro entre lo que somos y lo que soñamos ser.