Huele a incienso; suenan tambores para sacarnos del letargo y despertar; las calles se llenan de nazarenos mientras la tradición y cultura, pese a quien pese, continúan latiendo por los rincones de España. Silencio, todo comienza a moverse, la Semana Santa está aquí. Comenzamos a recogernos para sentir.
El frío invierno ha quedado atrás y las temperaturas, revoltosas, nos brindan o bien días cálidos o lluviosos. Eso sí, con amaneceres y noches heladas. Temporada perfecta que nos lleva sin pausa a disfrutar y lucir las adoradas prendas de cashmere ultrafino con seda.
Dos fibras naturales, que por su naturaleza, nos ayudan a mantener la temperatura idónea para estar cómodos y perfectos en cualquier época del año.
Siguiendo nuestra filosofía, seleccionamos todo el proceso de producción. Desde la longitud de fibra y el color, hasta los diseños más exclusivos que marcan tendencia. A todos nos gusta vestir un cashmere ligero, que no agobie y encima nos proteja de algún fresco contratiempo. ¡Bravo!
Cuando hablamos de la seda, hablamos de una de las de las fibras naturales más poderosas. Es considerada la emperatriz de la fibra por su suavidad al tacto y su hermosa caída, además de su fortaleza. Emperatriz porque todas caían rendidas a los encantos de la fibra natural. Cuenta la leyenda que una de las más ariscas emperatrices ablandó su corazón cuando un avispado pretendiente le regaló un pañuelo de seda. Descubrir su tacto y sensualidad, el movimiento y la danza que acompaña a la prenda, ejerció de grial para transformar el corazón de la mujer en la cabaña del amado.
¡And there yo go! La combinación de los dos materiales naturales, el cashmere y la seda, se convierten en absolutamente irresistibles para cualquier hedonista que apueste por la elegancia y la belleza.
¡Feliz Pascua a todos!