Se abre la veda al sol. El astro rey danza y avanza mientras muchos soñamos con la llegada del buen tiempo. Desperezamos nuestros cuerpos en busca de los rayos de calor y, poco a poco, nos metemos de lleno en la temporada del color por excelencia. Llega la hora de ponernos manos a la obra y comenzar a trabajar. Pocos saben que es ahora cuando los pastores sonríen y gobiernan rumbo a las montañas sabiendo que nuestras amadas cabritas de cashmere comienzan a desprenderse de su delicada capa inferior que las protege de las heladas del frío, dando paso a la recolección de la fibra natural más deseada.
Los gélidos inviernos de Mongolia son duros y agrestes, de ahí que nuestras amadas cabras tengan una dieta más pobre que en el resto de los lugares provocando que su pelo sea más fino y largo. El mejor de todos. El resultado es el cashmere más preciado por todos los adictos a la fibra natural. Pelo largo y fino, la fibra de los reyes, por la que muchos perdemos la cabeza.
El arte es historia y tradición. Durante la primavera empieza la época de muda y de manera tradicional, los pastores aprovechan el pelo que se queda en rocas y arbustos cuando las cabras se rozan para quitarse el exceso de pelaje. Gran parte de nuestra producción de lana de cashmere se recoge peinando a las cabras en granjas industriales, seleccionando de forma manual la capa interior de pelo que se separa de la exterior. Artesanía pura de la que sólo los amantes del cashmere saben gozar.
Controlamos directamente todos los procesos de producción para así poder garantizar el alto grado de calidad que nos caracteriza. Sólo obtenemos, tras haber realizado minuciosas inspecciones, la fibra más larga y fina del mercado. Nuestra fibra de cashmere es tan escasa que necesitamos la proveniente de 5 cabras para poder tejer un jersey. ¡“ Et Voilá” ! , de ahí hasta nuestros amigos clientes.
El cashmere es una aventura de vida. Trepidante, volátil y auténtica como los son las materias primas. Nosotras ponemos rumbo a Mongolia en nuestro permanente idilio con las amadas cabritas para traeros la más amorosa, sensual y eterna fibra natural. ¡Allá vamos!