Estamos informados de todo. En un clic resolvemos nuestras dudas, encontramos lo que buscamos, y nos conectamos con quien queremos. Sabemos lo que comemos y lo que llevamos puesto porque la información está en todas partes y a todos nos interesa. ¿Fibras sintéticas? por ley en la etiqueta tienen que salir hasta los porcentajes. ¿Y eso por qué?
Lee la etiqueta: Fibras sintéticas
El que no va a la última hoy en día es porque no quiere. Y es que gracias a la moda de masas, durante las dos últimas décadas ciertas prendas se han “democratizado”. Así, con un presupuesto mínimo es posible seguir las tendencias, calzar los últimos tacones o lucir unos pantalones que antes sólo unos pocos se podían permitir. ¿El secreto? Ni las cosas se hacen a mano, ni el material que se utiliza cuesta lo mismo que los naturales ¿Lo habías pensado alguna vez?
Las apariencias engañan
De este modo, a nadie se le resiste un abrigo corto si el año pasado tenía uno largo, un jersey de cuello vuelto, o el último grito de chaquetas. El capricho se ha convertido en necesidad, y cuando vemos a alguien que lleva puesta cualquier prenda que nos gusta no dudamos en comprárnosla, aunque el año pasado hubiésemos adquirido algo parecido. Pero ¿Cuánto duran realmente las prendas realizadas tan sólo para consumir? ¿Cuál es la otra cara de la moneda de las fibras sintéticas? En Again Cashmere lo tenemos claro. La calidad.
Más que tacto
Las fibras sintéticas de nueva generación son imbatibles. Al tacto resultan suaves, delicadas, en definitiva, las mejores. Con ellas se elaboran tejidos con cuerpo, costuras rematadas a máquina. A eso hay que añadir que el mantenimiento es fácil. Te permiten limpiar hasta las peores manchas de las prendas sin riesgo a que sufran. Resisten a las altas temperaturas, se pueden meter en la lavadora y hay veces que no es necesario ni plancharlas. En definitiva, parece que todo son bondades si no fuese porque su durabilidad, seamos sinceros y realistas, es mucho más limitada que tejidos como el cashmere. Muchas no dejan transpirar la piel, provocan alergias, rojeces o picor.
El ADN de las prendas
En las etiquetas es donde realmente tenemos las claves de las fibras sintéticas. Porcentaje de composición, materiales utilizados, origen de fabricación, cuidados de la prenda. Es ahí, en la etiqueta pequeña que cuelga en el lateral donde leyendo entre lineas, tenemos que aprender a descifrar correctamente el mensaje, y saber a ciencia cierta que, por muy bonita, original y fashion que sea esa chaqueta o esa bufanda, su vida útil será corta incluso a veces de una temporada o como máximo de dos. Porque lo que realmente vale no es sólo el diseño, sino también la fibra con la que se realiza.
Químicos vs naturales
Es cierto también que no hay que volverse loco, y que en el equilibrio está la virtud. Resulta casi imposible utilizar tan solo fibras naturales, pero para saber lo que compramos y a qué atenernos os hacemos un breve resumen. Los tejidos químicos se dividen en artificiales y sintéticos. Dentro de los primeros el más común es la viscosa, presente en un alto porcentaje en la industria textil.
El nylon o el poliester, son los nombres de referencia en el mercado de fibras sintéticas, pero existen muchas variaciones en función de su elaboración. La lana, la seda y el cuero son materiales naturales de origen animal. Como explicamos hace poco en nuestro blog, el cashmere, como la alpaca, entran dentro de este grupo, mientras que el lino y el algodón tienen un origen vegetal.