El pasado mes de abril, como parte de nuestro proceso de inspiración anual para el diseño de nuevas colecciones en AGAIN Cashmere, viajamos a la India en busca del auténtico estampado de cachemir.
“Si hay un lugar sobre la faz de la tierra donde todos los sueños de los hombres han encontrado un hogar desde el primer día en la existencia del hombre, es la India”, escribió Rolland.
Nada más descender del avión, supimos que éste no iba a ser un viaje cualquiera, sino que marcaría un antes y un después; un despertar a la creación que nos transformaría por completo …
La espiral de inspiración se ponía en marcha a toda pastilla mientras nos dejábamos abrazar por el colorido y los maravillosos tejidos de la tierra de Gandhi.
¿Por qué buscamos el cachemir estampado?
AGAIN Cashmere busca siempre la calidad y originalidad en cada prenda. Al principio empezamos buscando pashminas lisas de diferentes tamaños con colores especiales y alegres para combinar con cualquier look de cada clienta. Pero en esta búsqueda, encontramos la posibilidad de tener pashminas bordadas a mano de forma artesanal que nos parecieron un lujo para llevar a nuestras tiendas.
Os contamos el viaje y como llegamos a dar con este complemento que no deja de estar temporada tras temporada en nuestras tiendas AGAIN Cashmere
Primera Parada: Delhi
En cuanto pusimos un pie en Delhi, lo primero que nos sorprendió fue el olor. Tan fuerte que parecía introducirse por la garganta al tiempo que se producía la alerta en nuestros cinco sentidos. Color y humanidad; tejidos maravillosos y sedas de ensueño; estampados de cachemir únicos; sonrisas abiertas y, por supuesto, algunos monos y varias vacas (las había por todas partes, que, para eso, ahí, son sagradas).
Los primeros días los dedicamos a Delhi para conocer a fondo la ciudad. El ruido era inimaginable y la multitud de gente te recordaba a mareas humanas, llenas de vida. Todo era un delicioso desbarajuste para la mente occidental y, lo mejor, es comprobar lo bien que bailan al son del caos.
“Delhi es una de las ciudades más pobladas del mundo”
Ni cortos ni perezosos, decidimos alquilar un microbús y recorrer lugares que nos habían recomendado. Los viajes en este país son interminables. Las paradas son absolutas por el continuo paso de gente y animales cruzando en mitad de la autopista. Por no decir que hay que hacer parada obligatoria cuando un templo se cruza en el camino. Y templos, hay varios, y que en religiones, la India es insuperable.
Ser testigo de cómo conviven sus religiones es admirable y, es fundamental, no perdérselo. Respeto y devoción son las palabras que se nos venía a la cabeza. Quizá sea su secreto mejor guardado. De dónde nace su fuerza.
Segunda Parada: Jaipur
Jaipur fue la primera ciudad donde encontramos tejidos artesanales, con estampados de cachemir propios del lugar donde estábamos. Nos detuvimos en una tienda de saris increíbles que nos quedaban como anillo al dedo y, casi sin quererlo, se produjo el hechizo. La viveza del colorido, con esos amarillos y naranjas, fucsias o azules, eran algunos de los colores que nos enamoraron.
“Era tal la belleza que parecían tejidos creados para vestir a una emperatriz.”
Tercera Parada: Agra
Continuamos ruta y Agra nos encontró para concedernos el momento místico por excelencia del viaje: la visita al Taj mahal fue una experiencia absolutamente inolvidable. Ahí sí que hay viajar enamorado. Lo que vivimos, juntos, fue una inyección de amor, de paz y armonía.
Al atardecer, mientras el sol despedía los últimos rayos del día, un guía nos contaba la historia más romántica que habíamos escuchado. Sin poder ni querer evitarlas, las lágrimas de emoción hicieron acto de presencia. La sensación de felicidad y gozo por estar en el templo del amor nos acompañará para siempre.
Cuarta Parada: Bhangarh
También visitamos el impactante pueblo deshabitado del Rajastán llamado Bhangarh, son varias las leyendas que rodean su destino. Al estar los edificios intactos se descartó la idea de una posible guerra.
Se cuenta que un mago se enamoró de una princesa que no le correspondió; antes de morir el mago lanzó un hechizo contra la ciudad y sus habitantes, que acabaron muriendo. Hoy en día, se piensa que algún desastre natural fue el causante de tal huida.
Todo en la India son leyendas bañadas por la eterna devoción religiosa. Son verdaderamente únicos en materia religiosa.
Es la tierra santa del hinduismo, el budismo, el yainismo y el sijismo, y el hogar de importantísimos gurús espirituales. Lucía, estudiosa de las religiones, no quería perderse ni un templo y nos desviamos al lugar donde nació el Dios Shiva, sumergiéndonos, de nuevo, en vivencias místicas inenarrables.
“Es impactante ver a la gente tan creyente y mística” nos repetíamos una y otra vez.
Acabamos en zonas rurales donde conocimos mucha gente y llegamos a ser invitados en una boda hindú. Fuimos tratados con la mayor hospitalidad que podían ofrecernos y, con ellos, brindamos por el nuevo enlace. Hay que decir que ese mismo día se habían conocido ya que su matrimonio había sido pactado previamente por las familias. Al ritmo de música que ni en Pacha de Ibiza, amanecimos contagiadas del ambientazo.
Nuestro destino final …
A pesar de este largo y cansado viaje llegamos a nuestro destino, el lugar donde las hilanderas del Himalaya trabajan, día a día, en la confección de pashminas que nuestros ojos, sin parpadear, admiraron durante unas horas.
Su trabajo artesanal es digno de admirar y cada vez más adeptos se suman a estos productos únicos e irrepetibles.
Descubrimos pashminas de cachemir estampado, con diferentes dibujos que nos enamoraron. Eran diferentes a lo habitual. Tenían dibujos geométricos, florales o con formas de ameba. Cada cual más bonita y más especial. Estaban hechas para nosotras y sin pensarlo dos veces, nos aventuramos en este mundo del cual seguimos enganchadas.
El más conocido es el estampado de cachemir con esa forma tan característica de ameba. También se conoce con el nombre de estampado de bacteria, buta o boteh. Su diseño tiene forma como una lágrima curvada o una gran coma.
En sus telares aprenden de generación en generación cómo transformar el hilo de Cashmere en obras de arte. El color que se consigue en la hilada de cashmere es vivo y realmente maravilloso. Su exquisita combinación se traduce en dibujos que parecen cuadros.
Este estampado de cachemir no solo se usa en prendas de vestir sino también en tejidos para el hogar, como alfombras o mantas.
“El diseño el estampado de cachemir tiene su origen en Persia, donde lo llaman boteh que significa arbusto. Después pasó a la India”.
Desde este viaje a la India, su cultura, su gente y creencias hicieron mella en nosotras y desde entonces, tenemos una conexión con esta tierra de paz.
“Más que viajar a través de la India, fue la India quien viajó a través de nosotras.”
¡AGAIN Cashmere tiene las pashminas lisas o estampado de cachemir buscadas por todos!